sábado, 14 de julio de 2012

1078 mensajes sin leer.



Eran las palabras que aparecían en la pantalla de su computador. No lo podía creer. Regresaba hoy al trabajo de unas “vacaciones” y esto lo recibía. Apenas se ha sentado, su primer día de vuelta y ya comienza a sentir el estrés que continuamente lo acompaña. Hubo momentos durante su receso que lo sintió menos, pero ahí estaba. En un fin de semana se fue a unas montañas con su familia y la pasaron muy bien. Esperaba que ese estrés se quedara por allá arriba y pensó por un tiempo que así seria.

No siente paz sin importar lo que haga. Ha alcanzado tanto en estos últimos tres años y medio. Siempre pensó que cuando lo hiciera la sentiría, pero no ha sido así. Aquí viene Mary, su asistente. Una mujer inteligente, sexy y atrevida con la que ha tenido una relación por un año. Parece una modelo sacada de una revista, pero es de verdad. La mujer más codiciada por los hombres de la empresa, solteros o casados. El tipo de mujer que siempre deseó como hombre. Nunca creyó que podría conquistarla. Uno de sus mayores logros. Disfruta el tiempo con ella, pero no siente paz.
Tiene una posición envidiable en su empresa. Su sueldo se ha cuadruplicado, por primera vez en mucho tiempo tiene ahorros en su cuenta de banco, hasta abrió una en dólares. Ha cambiado su vehículo tres veces en los últimos tres años, siempre por uno nuevo. Se imaginaba manejando por las calles de la ciudad en un vehículo nuevo. Imaginaba como se sentiría al hacerlo. Al principio, se sintió bien al andar en un vehículo lujoso. De hecho, todavía se siente bien, muy bien. Pero tampoco es paz.

Hace dos meses se mudaron a su casa nueva. Una casa que construyó en las afueras con una extensión de terreno envidiable. Ya empezaron los trámites para una villa en la Romana y se la entregan a final de mes. Todavía siente emoción de la casa nueva y se siente muy feliz en ella, aunque mucho más su mujer e hijos. Se siente bien, pero tampoco es paz.

Por fin vuelve en sí y trata de concentrarse en el trabajo que tiene por delante. Planea quedarse en el trabajo hasta tarde y así pasar el menor tiempo posible con Raquel, su esposa. Piensa en lo mucho que discuten y lo harto que se encuentra hasta de su presencia. Ya de verla siente desagrado. Tanto que pelea esta mujer, piensa para sí. A pesar de los viajes, los vehículos nuevos y las casas nuevas, su matrimonio no marcha bien. Ella sospecha de él y sabe que podría descubrir su relación con Mary.

…y piensa: “¿pero será posible que nunca me sienta en paz? No sé que más hacer. Qué desgracia. Me estoy volviendo loco. Me estoy desesperando. Quiero sentirme tranquilo y ya me he llenado de estrés otra vez. No duermo bien desde hace tanto, me he vuelto un animal con mis hijos, no soporto a esa mujer del diablo que me tiene cansado, este trabajo me hastía y la mayoría de los que están aquí. Hasta el evangélico este que viene para acá ahora. Déjame ver qué quiere y salir de el rápido.”

-¡Qué bueno tenerte de vuelta! Estuve pensando en ti hace unos días y hay algo que quiero compartir contigo.
Le sonríe con sarcasmo, gira los ojos hacia arriba y le pregunta qué es lo que quiere compartir.
-Es un verso de la Biblia que por alguna razón me llegó cuando pensaba en ti. Está en Juan 16:33i:“Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz.  En el mundo tendrán aflicción;  pero confíen,  yo he vencido al mundo.”

Juan Carlos Compres


viernes, 24 de febrero de 2012

La Crítica


Hace dos días iba a escribir una entrada para este blog, resulta que era una crítica real haciendo una comparación de la Iglesia en general con otros tipos de movimientos que conllevan el tener seguidores. Ya tenía mí critica casi lista, entonces me paso algo que no me había pasado en ocasiones anteriores, pare de escribir, sabia lo que debía decir en mi próxima oración, incluso tenia en mente la manera en que iba a terminar esa entrada, pero es como si por un segundo me hubiese quedado en blanco y no supiera que decir, entonces perdí el deseo de terminar esa publicación y la guarde como un borrador.
Resulta que me he puesto a pensar en base a esa crítica que iba a hacer a la iglesia en mi país a nivel general, y estoy seguro que si comparto esa crítica la mayoría de las personas cristianas estarían de acuerdo conmigo, pero ¿Qué estoy haciendo YO para que eso que YO estoy criticando cambie?

La naturaleza humana te hace criticar las cosas, es algo normal de todas las personas en el mundo, incluso una critica puede ser constructiva para la vida de alguien o puede hacer que una persona mejore en incontables cantidades de veces el trabajo que este haciendo, pero el corazón con el que yo quería escribir esa critica no era el mejor, pues ¿Qué hago YO para mejorar esa situación?

Es como si Dios mismo me dijera, “Entonces tu vas a criticar el trabajo que algunos de mis hijos están haciendo sin ofrecer una solución a eso”, ahora estoy trabando en métodos que puedan mejorar eso que yo estuve a punto de criticar hace dos días. Creo que esa seria una forma sabia y madura de enfrentar cosas que entendemos que no están funcionando de la mejor manera, pues si llevas una solución es porque realmente te importa eso que estas criticando.

Antes de Criticar algo, piensa si puedes hacer algo para mejorarlo o al menos dar una idea de cómo hacerlo.

“Cambia el mundo, pero hazlo una persona a la vez” JC (yo)

JuanK
JPC-RD

viernes, 17 de febrero de 2012

No Pierdas Tiempo!

 
Anoche estuve en casa de mi abuela, hace tiempo ella paso por un derrame que le ha dejado con dificultad para hablar y para moverse, en medio de las conversaciones anoche vino a relucir lo que dice en Juan 21:18 “De veras te aseguro que cuando eras más joven te vestías tú mismo e ibas adonde querías; pero cuando seas viejo, extenderás las manos y otro te vestirá y te llevará adonde no quieras ir”, entonces me puse a pensar en la cantidad de personas que llegan a ese momento de la vida sin lograr nada, que pasaron la vida sin marcar ninguna diferencia, sin hacer al menos el intento de hacer algo de valor para sí mismo y para otros. Cuando mi abuela estaba en mejores condiciones siempre la recuerdo con una biblia abajo del brazo, predicándole a cualquiera que estuviera cerca, cuando iba al hospital a atenderse siempre le predicaba a los demás pacientes y al doctor que la atendía, no perdía tiempo para mostrar el evangelio.
 
Mientras ella tubo fuerzas marco las vidas de muchas personas con el evangelio de Jesús y nosotros que hemos hecho con las fuerzas que tenemos, a veces nos sentimos cansados y no queremos hacer algún esfuerzo para hacer trabajar en la obra de Dios, otros dicen que ahora no es el tiempo que eso es cuando sean más viejos,  yo te digo el tiempo es ahora mientras tienes el brillo y las fuerzas. Dios espera de nosotros que le dediquemos nuestros mejores años a su obra, No Pierdas Tiempo, pues quizás cuando quieras hacer algo para Dios, para Ti o para Otra Persona sea tarde y no tengas fuerzas para hacerlo, entonces habrás perdido la vida.

JuanK
JPC RD